Durante la pandemia de la COVID-19 se ha demostrado que se valora muy ineficientemente a las personas que se dedican a la ciencia, ya sean biólogos/as, químicos/as, farmacéuticos/as… y ni siquiera podemos hablar de médicos/as, enfermeros/as… Todo empezó al pedir voluntarios para la realización de las pruebas de PCR necesarias para el diagnóstico del virus SARS-CoV-2. Parecía que tras las críticas recibidas, nuestra situación iba a mejorar. La sorpresa nos la hemos llevado cuando, durante el día de hoy, la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha difundido la petición de la Comunidad de Madrid en la que se buscan titulados en Biología, Enfermería, Farmacia, Medicina, Psicología, Trabajo Social o Veterinaria que quieran participar como rastreadores de contactos estrechos de COVID-19.
Se enorgullecen porque están muy implicados en los grandes problemas de la población, por lo que el estudiantado debería ser un “ejemplo de solidaridad y respaldo a los conciudadanos”. ¿No deberían ser ellos un ejemplo de respeto? ¿No se dan cuenta de que están apoyando la precariedad entre sus estudiantes? ¿Por qué animan a ejercer como “voluntarios/as” a personas que están altamente cualificadas cuando claramente deberían ser remuneradas? ¿Cuándo van a darse cuenta que las personas dedicadas a la Biología y ramas afines también necesitan comer, pagar las facturas, tener un sitio donde vivir, etc.?
En esta profesión se vive como si fuera una montaña rusa. Cuando parece que se nos da valor e importancia, surge una noticia que desmorona todo lo que se ha ido construyendo poco a poco. Y así pasa, no avanzamos. En España siguen sin reconocer la labor tan importante que tenemos para con la sociedad y, aún menos, la necesidad actual de contratar, bajo condiciones estables y suficientes, a profesionales de la Biología para entender qué está sucediendo en el mundo. A pesar de todo, esperamos que algún día esta situación cambie y podamos sentir satisfacción al verse reconocidos nuestros méritos.
#SinCienciaNoHayFuturo