4. El Maldito (o Bendito) Mal Olor

Que si es el sudor, que si es suciedad, que si es una maldición…Aquí todo el mundo tiene su hipótesis acerca de lo que causa el mal olor, pero pocos aciertan en su respuesta. Sin embargo, algunas de esas conclusiones tienen un fundamento y es que aunque no sean los causantes principales, sí que son elementos necesarios que acompañan a esto, así que no van muy desencaminados.

Uno de los temas que más preocupa en nuestra sociedad con respecto a los malos olores es algo relacionado con nosotros mismos (¡cómo no! Los humanos sólo pensamos en nosotros). ¿Qué ocasiona el olor corporal? Hay varias hipótesis entre el gentío, pero yo os voy a contar cuál es la real: al sudar creamos un entorno húmedo gracias al agua y electrolitos que liberamos y sumándole a esto las descamaciones de la piel que tengamos, junto con material orgánic

o que podemos liberar a través de los poros, como grasa o restos celulares, generamos el entorno perfecto para que las bacterias que recubren nuestra superficie se pongan moradas y estén contentas. Sin embargo, no todas son responsables del mal olor; sólo las que liberan compuestos azufrados volátiles durante el festín son las que harán que la gente no se quiera acercar a nosotros (¡malditos derivados del azufre…!). De hecho, por si no lo sabíais, el sudor en sí no huele mal; tú puedes salir de la ducha sudando por el calor y no vas a apestar porque has arrastrado por el desagüe a las bacterias.

 

Esto es normal que ocurra así, aunque existen personas que pueden tener un mayor problema de olor corporal que otras sin necesidad de pasar por este tipo de situaciones.

Ellos puede que se duchen todos los días, peeero unos minutos después de salir de la ducha, su plan genial para acabar con el mal olor fracasa. ¿Cuál puede ser el motivo de esto? Si el mal olor es responsabilidad de las bacterias, la respuesta tiene que ser procariota a la fuerza. Bacterias hay a patadas, de todas las clases, colores y formas que quieras. Por eso es posible que existan algunas especies que no requieran de tanta humedad para actuar y devorar todo lo que tienes sobre tu piel o, por el contrario, quizás haya exceso de humedad (mayor producción de sudor) y entonces estos malditos procariotas, sean de la especie que sean, se lo estén pasando en grande. Sea como sea, el caso es que al final estos bichos están comiendo como locos y liberando productos azufrados fruto de su metabolismo, que es lo que da ese mal olor. Esta situación,  evidentemente, es un problema.

La flor más apestosa del mundo.pngSin embargo, esta situación no es algo aislado, sino que puede aplicarse a otros malos olores (a los relacionados con el elemento azufre, claro), como pueden ser los de agua estancada, comida en descomposición o cadáveres. De este último caso sacan provecho algunas plantas, como Amorphophallus titanum, una planta con una flor gigantesca, que al florecer desprende un olor que recuerda al de un cadáver en descomposición. ¿Y por qué una planta querría apestar a muerto? Pues porque no es a humanos a los que quiere atraer sino a otro animal: a las moscas. Lo que uno no quiere, otro lo desea; las moscas son fans de las cosas que nos repudian, como la comida podrida, la mierda y, por supuesto, los muertos. ¿Conocéis esas expresión de “ser pasto de los gusanos”? Bueno, pues esos gusanos no son más que bebés de mosca. Las madres se preocupan mucho por su salud, como toda buena progenitora, y les dan el mejor alimento posible para que crezcan fuertes y sanos, que en este caso es carne muerta. Algunas plantas lo saben y por eso, en lugar de atraer a abejas (eso es demasiado típico), prefieren atraer moscas para que las polinicen. Una de las múltiples estrategias de la naturaleza para sobrevivir en este planeta. Sólo que hay una pequeña diferencia entre estas plantas y nosotros: ellas fabrican directamente esos productos y los liberan al aire aumentando la temperatura de su superficie. Es decir, no hay bacterias maliciosas por el medio, sino que es cosa de las propias plantas. Nosotros echándonos colonias, desodorantes, y estas malditas usando eso…¡Lo que hay que ver!

 

Como veis, no todo lo relacionado con el mal olor es malo; quizá para nosotros ciertos compuestos azufrados volátiles no aporten nada a nuestras vidas más que quebraderos de cabeza, pero para otros seres son lo mejor que les ha podido pasar. En biología nunca hay nada absoluto, sino distintas opciones, unas más adecuadas que otras en función del modo de vida que cada uno llevemos en este planeta. La expresión para gustos, colores debería ser un lema en esta profesión y un buen resumen para sintetizar lo que nosotros estudiamos.