3. Estudiar Biología

Si estás leyendo esto probablemente sea porque has pensado en estudiar biología pero la inmensa mayoría de tu entorno no para de advertirte que estás yendo por un camino duro, complicado y poco agradecido. Y tienen razón pero, ¿sabes qué? ¡Que les den! Vas a ser tú el que se pase 4 años (siendo optimistas) hincando codos y lo mínimo es que al menos estés metiendo información que te interesa en el cerebro. No hay nada peor que estudiar una carrera que no te gusta, por muchas salidas que tenga, y desde el punto de vista de un padre es muy fácil ordenar el futuro de un hijo cuando no es él precisamente el que tiene que currárselo. Así que tu haz lo que te dé la gana.

Por otro lado, bienvenido al mundo de la biología. Si de verdad te gusta esto, te cuento: nada de lo que hagas será fácil, vas a estudiar como nunca antes has estudiado, vas a perder vida social y horas de sueño. Peeero, por otra parte, vas a aprender un montón de cosas que te van a resultar muy interesantes, vas a disfrutar yendo a clase y, por mucho que te aprieten las tuercas, vas a ser feliz. A veces la carrera podrá llegar a ser incluso tu vía de escape frente a tus problemas personales. Lo juro. Todo esto siempre y cuando te guste la biología.

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No soy pitonisa, pero voy a predecir tu futuro: el primer año te vas a aburrir como una ostra porque la mayor parte de las asignaturas son las generales de cualquier carrera de ciencias: matemáticas, física, estadística, química…Sí, amigo; tú que huías de las matemáticas viniendo a esta carrera, no te vas a librar de ellas aún. Por lo menos durante un cuatrimestre. Sin embargo, podrás compensar ese sufrimiento con otras asignaturas puramente de biología y cuyo tiempo de clase atesorarás como si de oro de 24 quilates se tratara, como son biología celular e histología, biología evolutiva o técnicas de laboratorio. El resto de asignaturas es echarle un par de ovarios y quitarlas de en medio cuanto antes, así que ánimo.

Luego llega segundo de carrera, donde ya empiezas por fin a tener asignaturas de biología completamente y…cómo decía un amigo mío: “Cuando descubres gracias a bioquímica que el prefijo bio- no quiere decir vida, sino difícil”. Sí, son ciertos los rumores acerca de esta asignatura; tuve compañeros que lo pasaron muy mal pero, ¿os cuento un secreto? A mí no me pareció para tanto. El truco es ponerte a estudiar como si no hubiera mañana y así, sólo así, conseguirás superar bioquímica y todo lo bio- que te pongan por delante. Es en este curso también donde comienzas a ver las 2 ramas principales de biología: de bota y de bata. Los biólogos de bota son aquellos que trabajan al aire libre (en laboratorio también, que no te engañen), es decir, zoólogos, botánicos, ecólogos, etc. Los de bata son el resto, es decir, los que se pasan toda la vida encerrados en un laboratorio (aunque no siempre es verdad; a veces te toca salir a coger muestras de suelos, lo juro), es decir, genetistas, microbiólogos, fisiólogos, etc. Por eso en este curso comienzas a ver por un lado zoología, botánica, antropología, y por otro bioquímica, genética, organografía. Probablemente fue el curso que más me gustó de todos.

A continuación habrás superado la mitad de la carrera y te adentrarás en terrenos verdaderamente peligrosos. Si creías que bioquímica había sido tu peor pesadilla, te equivocabas. Ahora sí conocerás lo que es el auténtico terror con ECOLOGÍAAA, FISIOLOGÍA VEGETAAAL y FISIOLOGÍA ANIMAAAL. La asignatura tapón por excelencia es fisiología vegetal. Ésta fue el terror de todos mis compañeros en su día, aunque en mi caso ocurrió exactamente lo mismo que en bioquímica: no me pareció especialmente complicada, sólo algo que tenía que estudiarme más que el resto. Francamente, me pareció más complicada ecología, y más que por el temario por los profesores. Esos dan más miedo que las cosas que salen en Cuarto Milenio. Consejo: ten especial cuidado con todo, es decir, TODO lo que escribes. Reléelo las veces que haga falta. Como pongas algo que pueda interpretarse de otra manera, te van a crujir. También conviene que memorices todas y cada una de sus palabras favoritas; todos los profesores tienen expresiones típicas. Sí las colocas en el examen verán tu respuesta con otros ojos. Y, por favor, nunca, repito, NUNCA digas que la ecología es fácil; tú di que es muy complicada y les caerás en gracia. Aún así, aunque hayas estudiado durante horas, aunque hayas hecho caso de mis consejos, quiero que recuerdes algo: no esperes sacar más de un 7. Tómate esa nota como una matrícula de honor; es lo máximo que lograrás sacar con ellos. Cuenta la leyenda que un joven consiguió sacar una auténtica matrícula de honor como nota final, aunque no está nada demostrado aún.

Y, por último, estarás en la recta final de la carrera: cuarto curso. Aunque tercero es el que tiene la peor fama, cuarto no se queda atrás, pero no por lo complicado de sus asignaturas, sino por la carga de trabajo que tendrás. Deberás, por un lado, estudiar las asignaturas correspondientes. Aunque en el segundo cuatrimestre tendrás asignaturas optativas, es decir, que escoges tú entre una “amplia y variada” lista (véase el sarcasmo), no te emociones; no son sencillas. Requieren de tu tiempo para sacarlas adelante. Si éste fuera un curso normal, probablemente no tendrías problema para aprobar. La cuestión es que aquí tendrás algo que te obstaculizará a la hora de conseguir el título y es el TRABAJO FIN DE GRADO. Se trata de un trabajo que deberás realizar, demostrando los conocimientos adquiridos durante la carrera y poniéndolos en práctica. Si eres inteligente, esperarás a hacer el trabajo fin de máster para meterte por primera vez en un laboratorio y en el grado lo que realizarás será un trabajo bibliográfico. Si eres un insensato, como yo, no podrás esperar a meterte por fin en un laboratorio y descubrirás que la carga de trabajo que esto implica es más gorda de lo que pensabas. Si eres de estos últimos, a lo largo del curso empezarás a engordar, perder pelo, sufrir histeria y, si eres mujer, probablemente se te llegue a retrasar la regla. Es a día de hoy que sigo preguntándome cómo pude sobrevivir a ese curso. Cuando todo terminó me sentí como la Teniente O’Neil al final de la película.

¡Bah! Igual pensáis que os quiero asustar, y tenéis razón. Pero sólo si sois unos auténticos espartanos de la biología seréis capaces de superar todo esto sin sentiros ni por un solo momento obligados, ya que tendréis la voluntad suficiente para seguir adelante. ¿Qué por qué? Pues muy sencillo: porque os gusta de verdad. A mí no me costaba estudiar algo, ni atender en clase, ni hacer trabajos, ni pasarme hasta 12 horas metida en la facultad, porque me encontraba bien. Hasta sentía aquel edificio como mi segundo hogar. Puede parecer que soy masoquista, pero no es así. Cuando algo te gusta de verdad, da igual todos los obstáculos que te pongan por delante; los vas a superar. Y si a vosotros os gusta la biología superaréis eso y más, y con mucho gusto y alegría, os lo garantizo.